jueves, 7 de junio de 2012

Movimiento Universitario SUR en la Asamblea Universitaria


Nuestra posición en la Asamblea Universitaria

Nos encontramos en este lugar convocados a debatir en el maximo ambito de decisión de la universidad. Sin embargo el proyecto convocante, como asi tambien muchos de quienes tienen voz y voto en tan trascendente cónclave, distan bastante de estar a la altura de las circuntancias.

Mucho se ha dicho y redundado sobre la falta de debate previo o sobre la pertinencia filosófica de tal o cual ordenamiento académico. Desde las vacías e inverosímiles comparaciones con epopeyas fundacionales hasta la crítica vacía de quien ve peligrar sus pretenciones electorales. Desde extensísimos argumentos que se pierden en nubes intelectuales alejadísimas de las reales necesidades de la sociedad en la que universidad está inserta; hasta la premura de quienes en nueve páginas pretenden que la transformación de la universidad sea un trámite burocrático sin más estudio que los que se pueden hacer con una simple calculadora china.

Debemos discutir el modelo de universidad que tenemos y abordar las críticas y reformas que sean necesarias desde una mirada que no puede alejarse de la política. En esto, iniciar el análisis con las implicancias del modelo neoliberal reinante se vuelve ineludible. Un modelo que se planteó invadir todos los aspectos de la vida para sostener la apropiación de las riquezas producidas por las mayorías en beneficio de unos pocos explotadores.

Promoviendo una sociedad desmembrada que ve empobrecer día a día las esperanzas de futuro de generaciones enteras. Un sistema que hace culto del individualismo, que es enemigo de la sustentabilidad ambiental y que redujo el papel del Estado a ser el garante de las regalías de unas pocas multinacionales.

En el ámbito educativo, esta redefinición del papel del Estado se cristalizó legislativamente en nuestro país a través de normas que no hicieron otra cosa que actuar como marco regulatorio de la libre oferta y demanda de aquello que pasó a considerarse servicio educativo.

Con estas lógicas mercantilistas se avanzó sobre la educación pública y se promovió el acceso de capitales privados que condicionaron los planes de estudio. Se orientaron los perfiles profesionales de acuerdo a la lógica y necesidades del mercado, estableciendo asi un sistema educativo destinado a formar individuos para el mercado, y no sujetos para la nación. Ya no se pretende que los egresados universitarios sean sujetos que se integren, que comprendan y que ayuden a comprender la especificidad de nuestro ser nacional y realidad latinoamericana.

El rol fundamental de la educación es el de formar hombres y mujeres cuya acción se defina, como decía Paulo Freyre: No por un simple hacer, sino por un quehacer, por una acción que no se divorcia de la reflexión, pero tampoco deja de ser acción".

Lo que unifica las voces que van a pasar sin trascendencia en este debate más allá de cuantas manos levantadas sumen, es el nada casual vacio político de sus propuestas o sus críticas.

Seamos sinceros con la historia.

Cuando los militares secuestraban y desaparecían docentes y alumnos en plena clase lo hacían no sólo para eliminar activistas políticos si no para que las aulas nunca más estuvieran "infectadas por los partidos políticos". Cuando el menemismo aprobó la Ley de Educación Superior que todavía nos rige, siguiendo fielmente las recetas del Banco Mundial y el Consenso de Washington, lo hizo diciendo que "se habían acabado las ideologías". Cuando la Franja Morada reduce "la política" al reparto clientelista de becas jugando con las necesidades de los estudiantes, lo hace con afiches que te invitan a "que tu unica preocupación sea estudiar".
Y cuando otras agrupaciones, que nada tienen de independientes, reducen "la militancia" a organizar fiestas, lo hacen condenando la existencia de los partidos politicos en la Universidad.

La universidad debe ser un actor político. Y de hecho lo es. Y si muchos la vacían de política transformadora y crítica, es porque consientemente son funcionales al poder político que sustenta el modelo neoliberal en nuestro país.

Somos unos convencidos de que hay que poner la universidad del lado del pueblo enfrentando a este gobierno que se disfraza de popular.

Para eso Necesitamos aglutinar la mayor cantidad de actores y fuerza posible en la dirección de confrontar con un gobierno nacional, que mantiene vigente la Ley de Educación Superior menemista, implementa el Proyecto X, aplica ajuste, ataca a las organizaciones populares que luchan contra la pobreza y el clientelismo, estanca los aumentos de salarios y no permite paritarias libres, niega la aprobación de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, por omisión y acción es cómplice de las redes de Trata, lleva adelante una política minera saqueadora y contaminante (del que esta gestión univeristaria es cómplice en las ganancias), aprueba la ley antiterrorista, aumenta la represión y criminalización de la protesta social.

Debemos enfrentar el doble discurso y el verso progresista, denunciar el fracaso del sistema de transporte diseñado por el gobierno, que con empresarios amigos y corrupción mediante, causaron la masacre de Once; la complicidad en el vaciamiento de YPF, la insuficiencia de la medida adoptada, y las amenazas futuras en la gestión de la misma; repudiar el maltrato a los docentes y la vuelta a argumentos noventistas; denunciar la liberación de reservas para el pago de deuda y la mentira del INDEC para negar el alto nivel de pobreza y el efecto que la alta inflación tiene en los sectores de menores ingresos,

Seguramente muchos estarán tentados de pensar que esto que decimos se aleja del tema que nos convoca a esta asamblea. Pero justamente es en una asamblea universitaria donde se deben expresar y debatir ideas de fondo, con mucho contenido político que las sustenten. Lo contrario sería seguir reproduciendo el vaciamiento político en las universidades que siempre pretendieron la oligarquía, las dictaduras y las empresas multinacionales.

Se debate aquí acerca de si se implementan o se crean nuevas facultades. Algunos estan a favor otros en contra. Pero en lo concreto sólo es una formalidad porque le quitan el cuerpo al debate a fondo sobre las necesidades reales de la universidad en el contexto social y político en el que está inmersa.

Este proyecto de reforma del Estatuto en nada cambia el modelo de universidad que, desde el Movimiento Universitario Sur, pretendemos poner en discusión cada día de nuestra militancia.

Siempre del lado del pueblo, luchamos para que el gobierno y el poder estén en manos de los más humildes y postergados, de quienes con su esfuerzo hacen las riquezas de las que se apropian unos pocos.

Y como sabemos que en este escenario lo que se está disputando tiene actores políticos concretos, decimos sin reparos que es una vergüenza que el PJ y la UCR, encarnados en el MPE y la Franja Morada, lleven a cabo la misma política económica que nos legaran Videla y Menem. Pero es por ello también, que no nos sorprenderá verlos votar juntos en esta Asamblea.

Nuestro lugar en esta asamblea representa a quienes votaron por una Universidad abierta al pueblo, a la juventud que no se conforma. Y es por eso que, siendo coherentes con nuestra lucha, NO acompañamos este proyecto de reforma poco democrático y vacío de políticas transformadoras de las cuestiones de fondo que una Asamblea Universitaria se merece.

Sabino Vallejo
Asambleísta de la UNSL

Mariano Perez
Secretario Gremial del Centro de Estudiantes FCH

MOVIMIENTO UNIVERSITARIO SUR

No hay comentarios:

Publicar un comentario